La historia de Hael e Isaac

No quería terminar el año sin contar la historia de dos hermosas almas que tuve la inesperada oportunidad de conocer hace unos meses.

Son Hael e Isaac, una jovencísima pareja de agricultores de Frontoi, un diminuto pueblo de la Galicia rural profunda donde los pastos son de un verde frondoso y árboles autóctonos milenarios se agrupan en las riberas de los ríos.

Hael es una mujer valiente que un día tuvo que tomar una decisión difícil en su vida. Antes de morir, su padre le pidió que cuidara de su amado toro Tobei.

Después de pensarlo mucho y de poner en la balanza cosas importantes, ella y su pareja Isaac decidieron dejar sus trabajos de oficina, su vida en la ciudad y continuar con la tradición agrícola del padre de Hael. Así fue como comenzaron una nueva vida muy diferente en el campo.

Tuvieron que aprender todo sobre la agricultura, cómo cuidar a los animales, adaptarse a sus horarios, trabajar en turnos continuos, hacer nuevos amigos... Todo nuevo y todo tan diferente. Pero una vez que los escuchas, puedes sentir el amor en sus palabras cuando hablan de cada uno de los animales (cada uno tiene un nombre propio), lo afortunados que se sienten de vivir en un pequeño pueblo donde todos se ayudan lo más que pueden, se juntan para mantener los campos y el molino de agua en buen estado...

La vida en comunidad adquiere una dimensión más humana . Aquí se vive en armonía con el entorno, los vecinos y los animales.

Puede que parezca una historia idílica y poco realista, pero en realidad es cierta.

Quería compartirlo con vosotros ya que me parece el toque final reconfortante y perfecto para despedir este año.

¡Mis mejores deseos para el Año Nuevo!

Laura